sábado, noviembre 22, 2008

Vida cotidiana y Situacionismo

La vida privada está privada de vida. Lo decía Guy Débord en su teorización de los actos de la vida cotidiana. Lucha contra el capitalismo y la división del trabajo: La especialización acaba con la vida de uno. El centro no es el trabajo sino las relaciones cotidianas. Para el capitalismo de consumo la vida es un camino hacia la muerte (hacia la "consumación" de la existencia), después de haber consumido las mercancías que nuestro grado de especialización productiva nos ha permitido.

Débord es más radical que Henri Lefébvre. No se trata de crear espacios para la cotidianidad, sino de hacer de lo cotidiano el centro de nuestra existencia.

El "fetichismo de la mercancía", tal y como lo explicaba Marx, es recogido por estos críticos para deslegitimar la sociedad capitalista de consumo.

Son familiares, para mí, estos pensamientos en torno a la reificación de los objetos consumibles. Jean Baudrillard, Jesús Ibáñez, siguen esta senda en sus reflexiones. La mercancía se enseñorea de lo humano y lo suplanta. El signo como eje de la vida social. Alienación del sujeto objetivado en el objeto. La publicidad como arma alienante del capital. El signo suplantando a la razón: consumir para morir, vivir para consumir. Círculo trágico que reduce lo cotidiano a farsa de la existencia.

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