lunes, junio 28, 2010

La mirada turista

Mirar es escudriñar con la vista. También es admirar lo que se ofrece a nuestros ojos. Si miramos profundamente “admiramos”. Una mirada superflua no ve. El turista admira lo que tiene ante su vista, pero no mira en todas sus implicaciones. No al menos de la misma forma en que es mirado por los autóctonos. El turista sólo admira porque se ha cansado de mirar los folletos y catálogos de su visita turística. La percepción del turista es una mirada consumida por la publicidad del agente turístico; una mirada que se apaga en el mismo instante en que el visitante se encuentra ante la realidad de la vista; cuando la representación ha suplantado ya en su totalidad al objeto.
La mirada del turista acaba enredándose en la pura banalidad; su mirada ha sido ya absorbida por otros, diseñada y mapeada en el propio itinerario turístico. Nada hay más corrosivo para la mirada que un mapa turístico, con su selectiva iconografía, sus sendas trazadas y explicadas, con eso que se llama “lugares de interés”.

No hay comentarios: