sábado, abril 09, 2005

Poder

El poder se construye y se expande sobre montones de cadáveres. La magnitud de un poder es proporcional a la altura que alcanza una montaña de cuerpos despedazados.
Una masa de vivos sometidos por un tirano se corresponde con una masa de muertos.
Sólo la reversión y la rebelión ponen fin a la tiranía. La masa sometida se metamorfosea en masa revolucionaria. La máscara del poder se hace trizas y aparece, descarnada, la muerte.
El movimiento es incesante: a rey muerto, rey puesto. Con la muerte del soberano, la masa deviene pueblo; reina la igualdad y la fiesta estalla por doquier.
Pero esta situación es transitoria, liminar. La autoridad sale escarnecida y maltratada. Hay reyes que antes de tomar posesión de su poder sufren un calvario a manos de sus súbditos. Es el rito iniciático del poder.
El poder sólo puede imponerse a la masa si previamente ha sido degradado, suprimido en los espacios intersticiales.
La nueva entronización reanuda la acumulación de cadáveres en cuanto el pueblo vuelve a diluirse en la masa.
Eterno retorno del poder. Rey depuesto/rey puesto, reino de los vivos/reino de los muertos.
Basado en "Masa y poder", Elías Canetti.

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